Fue por casualidad. Estaba estancado con mi nivel de inglés. Era Abril, me acababa de quedar sin trabajo y me estaba planteando salir fuera a aprender inglés pero me lo quería tomar con relax. No me apetecía ir a Inglaterra y pasarme las tardes en mi cuarto mirando por la ventana las calles húmedas y el cielo oscuro. Me parecía una idea de lo más deprimente. Llevaba los tres últimos inviernos deprimido, sin salir de casa. Soy una persona de sangre caliente, el Sol es mi mejor café. El Reino Unido estaba totalmente descartado de mi hoja de ruta. Así que continué con la búsqueda. De cabeza enumeré los países de habla inglesa en los que podría recalar: Estados Unidos, Canadá, Malta, Sur África, Australia... A Malta ya fui con veintitantos. Dos veces! La experiencia fue genial. Me puse moreno, ligué mucho y conocí a muchos españoles. Inglés? Two beers por favor. Esta vez no quería perder el tiempo. Ya si eso volveré alguna semana o me iré a la zona de los guiris en Benidorm. Canadá, EEUU, Sur África, Australia. En cada país veía algún pro. Siempre he querido ir a Vancuver, visitar lo que tantas veces he visto en las películas de Hollywood, hacer safaris y recorrer desiertos. Pedí un par de presupuestos y me dí cuenta que mi billetera no rea capaz de abarcar más de mes y medio de aprendizaje. A lo sumo 3 meses comiendo arroz o burguerking a diario y viviendo debajo de un bonito puente. La idea no me seducía. ¿Quién busca encuentra? Pasé horas y horas en frente de una pantalla. Buscando y buscando. Nunca he sido el gran rastreador de la Net, de lo que mucha gente puede presumir. Por suerte un muy buen amigo tuvo un Gran traspiés sentimental. Se quiso unir a mi aventura. Le expliqué mi estancamiento y le mandé deberes: "Tito. Busco un sitio donde pueda aprender inglés. No me quiero hipotecar tampoco, para eso ya tendré tiempo. Y necesito Sol. Por favor SOL!" Ya dije que no soy un rastreador nato...a él le llevó una noche en vela. Y me mando un enlace de un lugar que parecía que cumplía mis exigencias. Boracay. Aquí comenzó nuestra travesía. Que buena búsqueda, que acierto, que aventura. Ir a Boracay, Filipinas es la mejor decisión que he tomado en mi vida, tanto para mi, como para mi nivel de inglés.
